¡Manos a la obra con el método científico!
La formación de científicos tiene su origen desde la más temprana infancia, justamente cuando la mente está llena de preguntas y ávida de respuestas. Debemos aprovechar la oportunidad para estimular la curiosidad y promover el asombro de niños y adolescentes a través de la experimentación científica, transformando la sala de clases en un laboratorio